Ya he vuelto de Reus y tal como sospechaba, no me ha dado tiempo de llegar a clase de Kyoga. Encima las 2 últimas horas no han valido, ni de lejos, una clase de Kyoga. Lo mejor: las avellanas que te dan de aperitivo. Como me aburría soberanamente (hay gente que le debe sobrar el tiempo) me he puesto a hacer las respiraciones lentas que hemos aprendido en la clase de Kyoga. Algo es algo. Ahora estaréis meditando o relajando, qué bien.
Mucha energía para Mª Carmen, calor y amor de todo
Sat Nam
Amrit Atma
Mucha energía para Mª Carmen, calor y amor de todo
Sat Nam
Amrit Atma