Hola a tod@s,
Ya de vuelta!!! Desde luego ha sido una experiencia enriquecedora... asi que recomiendo a todo el que pueda vaya a NY. Yo había estado ya el año pasado... y me he vuelto a enamorar de la ciudad y la experiencia ha sido más intensa aún si cabe.
El primer día después de la llegada sobrevino la primera experiencia intensa de verdad. Una misa Gospel, ver como sentían... impresionante. De hecho a los turistas nos colocan en un gallinero, pero unos poquitos quisimos bajar y compartir de más cerca la misa con ellos. "Intentar ser uno más" y nos tendieron la mano. La emoción se palpaba en el ambiente...
NY es una ciudad muy grande y uno a priori esperaría deshumanización, la economía de allí es una selva, sin embargo se ve humanidad por todas partes. Es un crisol de culturas, de nacionalidades... el respeto es una constante diaria ("Excuse me", "I'm sorry", "Have a nice day"... (Perdoneme, Lo siento, Que tenga un buen día...)) No voy a negar que la vida allí es muy dura y desde luego lo he podido saber de primera mano. He hablado con personas que viven allí: Latin@s, American@s (que trabajan de Camarer@s, Guías turísticos, Porteros de Hotel...) también he visto a gente sin hogar y zonas "chungas" de la ciudad. Es una ciudad que impacta en todos los sentidos.
Otras experiencias impresionantes haber podido practicar Tai-Chi y Yoga. En un parque como os explique había programada una sesión de Tai-Chi. Arribé al parque y vi a un hombre (se llama Jan) solo practicando, me acerque le explique que venía de España de vacaciones y sabía lo de las sesiones gratis que se hacían. Me dijo que el no tenía nada que ver con la clase organizada, pero que me pusiera a prácticar con Él. Me hizo de profesor... Me dijo que volviese al día siguiente... Al día siguiente no coincidimos muy bien en el horario. Sentía que le debía algo... le dí mi correo electrónico y le dije por si algún día viene por España o para lo que necesite... "De nuevo casualidades" para después del verano tenía pensado venir con su mujer aquí.
En otro parque de la ciudad había programada la práctica de Yoga. Como no, allí que me fuí... Después de acabar le sesión fui a hablar con Timmy la profesora de la clase, encantadora... Le dije que estaba de vaciones y había visto lo de la clase, le dí las gracias por la clase ... y me plantificó un soberano Abrazo
me sentí como en el gimnasio, como si estuviera en casa...
Encontré una tienda de "accesorios para el espiritu" tal como pone en la tarjeta que me dió. Ching Chiang, creo que es su nombre, hizo que una piedra me encontrara a mí. Mineral que llevo colgado del cuello desde entonces.
Quiero dar las Gracias a Jan, Timmy, Karen, Luis, Carlos, Ramón, Carmen, Ching Chian, a tres hermanas peruanas (no recuerdo ahora sus nombres) a tantos otr@s con los que he hablado o simplemente he sentido conexión sin intercambiar palabras.
Como veis intenso, muy intenso...
Un abrazo a tod@s
Juan Enrique