Moltes gràcies, Mar. L'informació és força interessant, però m'agrada molt més l'intenció de qui la dóna. Una vegada més et preocupes pel nostre benestar. És gradable sentir que ets estimat. També et serà tornat tot. No ho dubtis. Abraçadetes amb cor i ànima.
Sobre los mantras de la era de Acuario..
Mar- Cantidad de envíos : 60
Fecha de inscripción : 11/03/2008
- Mensaje n°2
Sobre los mantras de la era de Acuario..
Buscando información encontré esto, me ha parecido interesante compartirlo con todos vosotros. La fuente es del libro: Guía práctica de Kundalini ioga de Siri Datta Kaur (p. 65-69 y 90-93). Dice así:
"“Mantra” significa “hacer vibrar la mente”, pues se trata
de la proyección del sonido. Los mantras se enmarcan en un
conjunto de enseñanzas conocidas como “Shabd Guru”.
“Shabd” significa “lo que corta el ego”, mientras que “guru”
significa “lo que lleva de la oscuridad a la luz”.
Recitar un mantra no es cantarlo, sino hacerlo vibrar.
Haciendo vibrar un mantra se liberan en el cuerpo grandes
cantidades de energía. Esta energía circula de formas muy
diversas, hasta que el cuerpo queda sumergido en un vasto
océano de luz cósmica vibrante.
Algunos de los mantras se recitan en Gurbani, un idioma
basado en la milenaria ciencia de Naad.
Los mantras nos permiten neutralizar los pensamientos, lo que resulta
indispensable para limpiar la mente subconsciente de
negatividad.
En el paladar superior de la boca tenemos 84 puntos
meridianos. Al golpear el paladar, la lengua los estimula. Al
mismo tiempo, el movimiento rotatorio de la lengua estimula
determinadas zonas del hipotálamo; esto activa la secreción
de las glándulas pituitaria y pineal y modifica la composición
química del cerebro. La mayor presencia de la secreción de
estas glándulas en el cerebro equilibra la personalidad, el
carácter y la psique.
El Naad está formado por sílabas, pues es de naturaleza
científica. Las sílabas abren los “naadis” (nervios sutiles) de
todo el cuerpo, lo que provoca cambios en nuestra
composición química. Cuando una persona pronuncia una
palabra positiva, se fortalecen el cuerpo y el aura. Las
palabras negativas, en cambio, debilitan. Hablar mal de uno
mismo o de los demás destruye. Nuestra felicidad depende
de nuestra capacidad para concentramos en pensamientos
elevados.
Véase a sí mismo como un instrumento divino con cuerdas.
Al tocar las cuerdas, los 30 millones de células del cuerpo
vibran. Esta vibración le proporciona salud fisica, mental y
emocional.
Estamos creados con 72 “surs” o cables, cuyo predominio
varía cada 72 horas. El chakra de la Corona influye en cada
cuerda o canal multiplicando la vibración por mil, generando
una onda de pensamientos. Por tanto, en cada uno de
nosotros se producen 72.000 movimientos o impactos
vibratorios, que envían energía a todo el sistema.
Estas 72.000 terminaciones nerviosas transportan la
vibración del mantra a todos los rincones del cuerpo. Al
recitar un mantra se elige un sonido infinito, vasto y
atemporal, que ha sido capturado en una semilla, es decir, en
palabras. Si se entona con el ritmo adecuado y con total
concentración, dejándose llevar uno por sus pulsaciones, el
sistema nervioso central lo traduce en vibraciones y lo único
que hay que hacer es escuchar.
Al recitar un mantra, la vibración se dirige a la mente infinita o
Dios.
Todos nuestros pensamientos están formados por
frecuencias vibratorias: felicidad, tristeza, alegría o
arrepentimiento. Las ondas de pensamiento determinan el
programa que “ejecuta” la mente. El programa que
decidamos seguir se convertirá
en nuestra vibración y eso es lo que proyectaremos a los
demás. Podemos elegir lo que elegimos ser siempre que
queramos.
Al recitar un manta, elegimos invocar el poder positivo que
contienen sus sílabas. La corriente sonora puede acabar con
casi cualquier pensamiento negativo de la psique. No importa
que no entendamos su significado. Estamos creando, con
cada palabra que pronunciamos, con cada pensamiento que
pensamos. Cada vibración que enviamos nos acaba siendo
devuelta."
WAHE GURU!
Harnal
"“Mantra” significa “hacer vibrar la mente”, pues se trata
de la proyección del sonido. Los mantras se enmarcan en un
conjunto de enseñanzas conocidas como “Shabd Guru”.
“Shabd” significa “lo que corta el ego”, mientras que “guru”
significa “lo que lleva de la oscuridad a la luz”.
Recitar un mantra no es cantarlo, sino hacerlo vibrar.
Haciendo vibrar un mantra se liberan en el cuerpo grandes
cantidades de energía. Esta energía circula de formas muy
diversas, hasta que el cuerpo queda sumergido en un vasto
océano de luz cósmica vibrante.
Algunos de los mantras se recitan en Gurbani, un idioma
basado en la milenaria ciencia de Naad.
Los mantras nos permiten neutralizar los pensamientos, lo que resulta
indispensable para limpiar la mente subconsciente de
negatividad.
En el paladar superior de la boca tenemos 84 puntos
meridianos. Al golpear el paladar, la lengua los estimula. Al
mismo tiempo, el movimiento rotatorio de la lengua estimula
determinadas zonas del hipotálamo; esto activa la secreción
de las glándulas pituitaria y pineal y modifica la composición
química del cerebro. La mayor presencia de la secreción de
estas glándulas en el cerebro equilibra la personalidad, el
carácter y la psique.
El Naad está formado por sílabas, pues es de naturaleza
científica. Las sílabas abren los “naadis” (nervios sutiles) de
todo el cuerpo, lo que provoca cambios en nuestra
composición química. Cuando una persona pronuncia una
palabra positiva, se fortalecen el cuerpo y el aura. Las
palabras negativas, en cambio, debilitan. Hablar mal de uno
mismo o de los demás destruye. Nuestra felicidad depende
de nuestra capacidad para concentramos en pensamientos
elevados.
Véase a sí mismo como un instrumento divino con cuerdas.
Al tocar las cuerdas, los 30 millones de células del cuerpo
vibran. Esta vibración le proporciona salud fisica, mental y
emocional.
Estamos creados con 72 “surs” o cables, cuyo predominio
varía cada 72 horas. El chakra de la Corona influye en cada
cuerda o canal multiplicando la vibración por mil, generando
una onda de pensamientos. Por tanto, en cada uno de
nosotros se producen 72.000 movimientos o impactos
vibratorios, que envían energía a todo el sistema.
Estas 72.000 terminaciones nerviosas transportan la
vibración del mantra a todos los rincones del cuerpo. Al
recitar un mantra se elige un sonido infinito, vasto y
atemporal, que ha sido capturado en una semilla, es decir, en
palabras. Si se entona con el ritmo adecuado y con total
concentración, dejándose llevar uno por sus pulsaciones, el
sistema nervioso central lo traduce en vibraciones y lo único
que hay que hacer es escuchar.
Al recitar un mantra, la vibración se dirige a la mente infinita o
Dios.
Todos nuestros pensamientos están formados por
frecuencias vibratorias: felicidad, tristeza, alegría o
arrepentimiento. Las ondas de pensamiento determinan el
programa que “ejecuta” la mente. El programa que
decidamos seguir se convertirá
en nuestra vibración y eso es lo que proyectaremos a los
demás. Podemos elegir lo que elegimos ser siempre que
queramos.
Al recitar un manta, elegimos invocar el poder positivo que
contienen sus sílabas. La corriente sonora puede acabar con
casi cualquier pensamiento negativo de la psique. No importa
que no entendamos su significado. Estamos creando, con
cada palabra que pronunciamos, con cada pensamiento que
pensamos. Cada vibración que enviamos nos acaba siendo
devuelta."
WAHE GURU!
Harnal
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